Diego Pardo, letrado de EJP Abogados, especialista en incapacidades, ha
intervenido en la jornada científica «La investigación es la llave». Este acto se
ha celebrado en el marco del 35 aniversario de la fundación de la Associació
Retina Catalunya, el 11 de noviembre de 2023. Diego Pardo ha dado una
charla sobre incapacidad permanente en la discapacidad visual, apuntando un
cambio en la doctrina seguida hasta marzo de 2023 por el Tribunal Supremo en
esta cuestión. Estos cambios no afectan a aquellos que ya tienen aprobada su
pensión, sino a los que están pendientes de resolución de su caso.
Pardo ha explicado cómo durante muchos años se han tramitado expedientes
sobre ceguera legal que han finalizado con la concesión de una gran invalidez.
Según el abogado, el Tribunal Supremo tenía un criterio objetivista: si se podía
acreditar que era una situación equiparable a la ceguera legal, y también que
esa pérdida era sobrevenida después del inicio de la vida laboral, el Tribunal
Supremo entendía que esa persona era tributaria de una gran invalidez,
«porque en algún momento del día esa persona va a necesitar a una tercera
persona para actividades del día a día». Sin embargo, a partir de marzo del
2023, hay un cambio sustancial en la doctrina que se vino aplicando durante 40
años. El motivo es que el Tribunal Supremo valora que hasta entonces se
había discriminado a las patologías visuales respecto al resto de patologías.
Por lo tanto, se impone el criterio subjetivista y el análisis de los casos
concretos. En palabras de Pardo, «a partir de ahora, con independencia de que
usted demuestre ceguera legal, usted debe acreditar que en el día a día
necesita una tercera persona».
Es relevante también el grado de adaptacióión. Por ejemplo, se entiende que
las personas con mayor edad o que han perdido la vista de forma abrupta
tienen menos tiempo para adaptarse a su nueva situación. En relación a los
ámbitos del día a día en que sea necesaria una tercera persona, Diego Pardo
ha señalado que no es necesario que sean todos ni que sean de forma
permanente. La ayuda, pues, puede ser eventual durante el día.
Este cambio de doctrina ha supuesto, en los primeros meses de su aplicación,
varios escenarios complejos, que se resumen en la necesidad de aportar
nuevas pruebas. Como el cambio dota de mayor protagonismo al juez de
instancia, se le han de aportar, por ejemplo, resoluciones de discapacidad o de
grado de dependencia, o contratos de asistentes del hogar con bastantes
horas.
A modo de conclusión, Diego Pardo ha apuntado que «el Tribunal Supremo nos
sorprende con un cambio doctrinal muy importante y bastante sustancial para
situaciones de muy baja visión y ceguera legal. Pero en 8 meses, nos hemos
encontrado que la repercusión no ha sido tanta. Somos optimistas. Habrá
denegaciones de expedientes que antes no se denegaban, pero no va a ser un
porcentaje alto». También ha sentenciado que «esta doctrina perjudica a las
personas con más habilidades», las que se esfuerzan para seguir trabajando y
no pedir bajas.
En el marco del mismo acto, celebrado en el Auditori de ONCE Catalunya,
Santi Moese, experto en tiflotecnología, ha repasado las últimas décadas de
revolución de las comunicaciones y su impacto en las personas con
discapacidad visual. Desde su amplia experiencia en el departamento de
tiflotecnologia de la ONCE ha señalado los productos más destacados que han
ido en paralelo a avances para la población general, como el ordenador
personal, internet o la telefonía móvil. En el momento actual, Moese ha
destacado los experimentos con realidad aumentada y la revolución que ya
está suponiendo el uso de la inteligencia artificial.
Xavier Durán Gómez